sábado, 11 de diciembre de 2010

PREJUICIO


Yo,quijote dantesco
señor de eternidades

vine en busca de un sueño

que me hiciera feliz.

Prendado de tu risa

enamorado y loco

quise ser,¡pobre ingenuo!

tu esclavo siempre fiel.



Mirando mis harapos

con sonrisa burlona,

me rotulaste pobre

y todo allí quedó.

Este quijote herido

te siguió mansamente

y con punzante lanza

perforaste sus piés.



Un instante ¡tan sólo!

pedía de tu tiempo,

un cielo,una mirada

o el timbre de tu voz.

Pero este ingenuo iluso

de armadura gastada

no obtuvo de tí el beso

que aplacara su sed.



Tornaré en otro tiempo

cuando un piadoso cure

estas grietas del alma

que matándome están.

Y ya sin disimulo

vestido de realeza

por esas mismas calles

tú me verás volver.



En vano tu mirada

me seguirá al descuido,

ruidosa tu sonrisa

tras de mi espalda irá.

Este burgués andante

de costoso vestido,

ya no será el mendigo

que se hincaba a tus piés.



Pudiste ser princesa

de mi universo extraño,

soy amo de los vientos

de estrellas soy el rey.

Te hubiese regalado

crepúsculos boreales

cristales escarchados

y cada amanecer.



Quizá, tarde comprendas

que sólo prejuzgaste

por eso no observaste

la estirpe de mi piel.

Mi loca sed de besos

culminó en agonía,

tu orgullo te impedía

detenerte en mi sed.



¡Ay muchacha mundana

que sólo el oro quiere!

correr tras espejismos

no te permite ver.

Pudimos ser felices

yo el sueño y tú el encanto:

la música y el canto

ya nunca podrán ser!.

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